Tal como lo menciono anteriormente, las conductas emitidas por las personas son productos de los eventos antecedentes y las mismas pueden ser reforzadas, dando como resultados que haya mayor probabilidad de que estas aparezcan en el futuro. Las conductas también pueden modificarse o extinguirse,  de allí la importancia de conocer las técnicas de modificación de conductas que se derivan del condicionamiento operante.

Por lo tanto el ABC de las conductas se resume de la siguiente manera:

(A) Eventos Antecedentes      (B) Conductas      (C) Consecuencias

Antecedentes (A)

•  Eventos de escenario

Los eventos de escenario se refieren a factores o condiciones del contexto que influyen sobre la conducta. Abarcan características de la situación y de la tarea presentada al individuo (dificultad, exigencia, hora,…), condiciones interiores en éste (hambre, sed, agotamiento,…) o conductas de otros que pueden ejercer influencia sobre lo que es probable que el individuo haga y que consecuencias procederán. Ejemplo: un estudiante presenció la pelea de sus padres antes de presentar un examen, no pudo concentrarse y reprobó.

• Eventos de estímulo                                            

La vida diaria está llena de estímulos, como el color y el olor de los alimentos. Una sonrisa o una mirada nos permite iniciar una comunicación. Controlar los estímulos (aprender a analizaros y situarlos) es bastante importante en la modificación de conducta.

• Discriminación y control de estímulos

Cuando uno consigue analizar los estímulos y ver su relación con las conductas se dice que dicha conducta se encuentra bajo el control de estímulos. Así como, la discriminación, se refiere al hecho de que el individuo responda de modo distinto bajo diferentes condiciones de estímulo. 

Conductas (B)

Las conductas aprendidas pueden ser modificadas. Según la teoría del condicionamiento operante; si distinguimos y controlamos los eventos antecedentes, es posible que las conductas emitidas también puedan cambiar. Algunas técnicas para modificar conductas son las siguientes:

• Moldeamiento y encadenamiento

Reforzar una respuesta para incrementar su frecuencia no siempre es posible. En el moldeamiento la conducta final se logrará reforzando pequeños pasos o aproximaciones. Se empleará el reforzamiento tanto si aparece la conducta final como si aparecen componentes de esta. Muchas veces la conducta esperada no se consigue de inmediato, sino que es el resultado de secuencias de respuestas o encadenamiento.

• Inducción y desvanecimiento

Los inductores son eventos que ayudan a iniciar una respuesta, se presentan antes de que ésta se efectúe y están diseñados para facilitar su realización. Ejemplos de inductores son los gestos, las instrucciones. Los inductores se convierten o pueden convertirse en antecedentes de una conducta. Como también pueden convertirse en elementos aversivos (nocivos, negativos) si se les asocia a consecuencias de castigo, por ejemplo estar recordando constantemente (induciendo) a su hijo a que limpie su cuarto.

Como la meta final es obtener la respuesta sin necesidad de usar inductores, deben emplearse al comienzo y después ir retirándolos (desvanecerlos). La inducción no puede ser eterna, debe usarse con delicadeza midiendo su uso para no volverlos en nuestra contra. Ejemplo, guiar a tu hijo a que tome el baño a una hora indicada en lugar de amenazarlo con pagarle si no lo hace.

Consecuencias (C)

Las consecuencias de las conductas que se emiten pueden reforzarse para que vuelvan a ocurrir o simplemente aplicar técnicas para que se extingan.

• Reforzamiento 

El reforzamiento se refiere a un incremento en la frecuencia de la respuesta cuando a esa respuesta le siguen ciertas consecuencias. La consecuencia que procede a la conducta debe ser contingente a la misma. Un evento contingente que incrementa la frecuencia de una conducta se conoce como reforzador (existen positivos y negativos).

Los reforzadores positivos son eventos que se presentan después de una respuesta desempeñada y que incrementan la frecuencia de la conducta a la que siguen. Los reforzadores negativos (o eventos aversivos) son eventos que se retiran después de realizada una conducta y que incrementan la conducta que precede a su retiro.

Existen dos tipos de reforzadores positivos: primarios (comida, agua) y secundarios (elogios, calificaciones, dinero,…). 

Los reforzadores deben comenzar siendo externos (materiales) para ir tornándose internos (el gusto por hacer las cosas, el elogio, la motivación por superarse).

•  Escape y evitación

Escapar es una conducta que se realiza para evitar las consecuencias que nuestras conductas nos acarrean. El niño/a aprende a escapar de la situación cuando el adulto frunce el ceño y así evita el castigo corporal.

• Castigo 
  

El castigo es la presentación de un evento aversivo o el retiro de un evento positivo que precede a una respuesta, lo cual disminuye su frecuencia. El refuerzo negativo aumenta la conducta positiva cuando se retira el evento aversivo, pero el castigo presenta un estímulo aversivo o retira uno positivo consiguiendo que la conducta desaparezca o disminuya.

El castigo solo sirve para disminuir o cortar las conductas inadecuadas no para instaurar conductas nuevas correctas. 

• Extinción

Se refiere a no entregar (como se venía haciendo) un evento reforzador después de una conducta adecuada. Ninguna consecuencia sigue a la conducta. (A)-(C)-(¿?), el evento ni se retira ni se presenta. En la vida cotidiana se traduce a ignorar. En ocasiones los padres y madres ignorar a sus hijos/as cuando éstos juegan tranquilamente y les proporcionan abundante atención cuando se tornar ruidosos. 

Generalización

• Generalización de estímulo

Una respuesta reforzada de manera repetida en presencia de una situación particular es probable que se repita en esa situación. La generalización de estímulos ocurre si una respuesta reforzada en una situación o escenario también se incrementa en otros escenarios.

• Generalización de respuesta

El refuerzo de una respuesta incrementa la probabilidad de otras respuestas semejantes.